As told to Miriam Garcia, 2246 words.
Dejar que tu trabajo hable por sí mismo
La directora de festival y curadora Moni Saldaña sobre la ideología detrás del festival NRML, y las dificultades de crear algo creativo, igualitario y verdaderamente diversoEs fácil asumir que dirigir un festival es un trabajo divertido. Estoy segura de que hay muchos retos, desde estar seguro que haya fondos suficientes o patrocinadores, asegurar la venta de boletos, hasta lidera con todos los lineamientos de seguridad y asegurarte de que el festival tenga una misión y un buen programa de curación. ¿Cuáles son algunos de los principales retos de dirigir un festival?
Si, mucha gente piensa, “Ah, trabajas en un festival de música, conoces a mucha gente.” Conozco a mucha gente que se dedica a lo mismo que yo así que entienden todos los retos. Pero para la gente que no está muy familiarizada con este trabajo, piensan que lo sólo es contratar a los grupos y llevarlos a tocar en el festival. Eso es sólo una pequeña parte de lo que hacemos. Con NRML, nuestro reto más grande es en realidad nuestro mayor activo, el programa del festival. Ya que esto es lo que atrae a la mayoría de la gente al festival, porque contratamos artistas que normalmente no vienen a México. Cada año pensamos, “¿Qué vamos a hacer ahora?” No pensamos, “¿Qué está escuchando la gente?” o “¿Cuáles son los 10 artistas más famosos que podemos contratar?” o “¿Quiénes vienen a otros festivales?”.
Siempre tenemos que excavar más a fondo y eso es básicamente nuestro mayor reto. Es muy difícil para nosotros convencer a la gente pagar un boleto para ver grupos que no necesariamente conocen. Siempre hemos visto al festival como un proyecto a largo plazo. Siempre hemos sabido que iba a tomarnos algunos años que la gente entendiera el tipo de festival que estamos haciendo.
La parte de recaudar fondos también es difícil porque los patrocinadores siempre tratan de compararte. Los patrocinadores preguntan cosas como, “¿Cuáles otros festivales se parecen al tuyo?”. Siempre tratan de tener una referencia de lo que haces y estamos tratando de hacer algo diferente. El corazón y la esencia del festival son muy diferentes. Así que tratar de vender eso todo el tiempo es muy difícil. Además, somos muy protectores del festival en sí. Hemos tomado muchas decisiones difíciles a lo largo de los años para mantenerlo y protegerlo- no nos queremos vender y no queremos usar cosas como escenarios con marcas.
Me encanta mi trabajo, pero las dificultades de hacerlo un negocio exitoso son reales, especialmente en una ciudad como la Ciudad de México, donde pasan tantas cosas todos los días y nuevos festivales emergen todo el tiempo. Estamos en una ciudad donde, además de todo lo que está sucediendo, tienes un monopolio de entretenimiento enorme. Es difícil crecer como promotor independiente. Pero hay consistencia en lo que hacemos y respetamos a nuestros seguidores- y esa confianza que construimos es lo que nos mantiene.
Te uniste al festival cuando apenas estaba empezando y la mayoría de las cosas las has aprendido mientras sucedían o lanzándote a hacerlas. ¿Cómo manejas el estrés de todo eso y no explotas?
La respuesta es que de verdad amo lo que hago. Todos estamos apasionados con el proyecto, y eso es lo que nos mueve hacia adelante, porque creemos que no somos sólo otro festival. Creemos que jugamos un rol muy específico y que somos una plataforma que puede conectar, no solo a grupos con nuevas audiencias, pero a la gente como comunidad.
Lo que nos motiva es ver que hemos logrado ciertas cosas, o que hemos contratado a algunos grupos que no se han presentado antes en México. Es mi pasión, pero es muy estresante y algunas veces sacrificas muchas cosas personales.
Las industrias de la música y el entretenimiento cambian constantemente. ¿Es posible tener proyecciones y planear a futuro? ¿Es posible tener una estrategia a corto, mediano y largo plazo?
Es muy complicado, porque todo cambia y dependes de muchos factores que están fuera de tu control. Aprendimos eso de la manera más dura. Al principio hacíamos muchas proyecciones muy optimistas y luego la realidad resultaba en que habíamos proyectado las cosas muy erróneamente. Hemos aprendido a la mala que tampoco debemos ser demasiado pesimistas, pero que debemos ser más realistas con nuestras proyecciones. Eso nos ha ayudado a seguir adelante. Por eso hemos tomado decisiones difíciles como mover el festival de Monterrey a la Ciudad de México, o hacerlo festival de un día en vez de dos. Ese tipo de decisiones difíciles son necesarias para mantener el negocio.
Es cierto. El festival comenzó en Monterrey, probablemente la segunda ciudad más grande de México, y luego se cambió a la Ciudad de México. ¿Crecer es la única opción cuando ya tienes algo que funciona? ¿Siempre es necesario expandirse?
No queremos tener demasiada gente en el festival porque una de las cosas que nuestros seguidores valoran es la intimidad. Para nosotros no tiene nada que ver con eso. En Monterrey, estábamos atorados con muchos permisos y cosas legales. Pero lo más importante es que aun cuando el festival estaba en Monterrey, había mucha gente viajando de otros lugares para asistir. Por lo que obviamente es más sencillo y barato para la gente trasladarse a la Ciudad de México que a Monterrey. Somos un festival de un nicho, por lo cual era más sencillo para nuestra audiencia nicho viajar a la Ciudad de México. En Monterrey, ya habíamos alcanzado nuestro pequeño nicho de gente que podía asistir al festival, así que mudarnos a la Ciudad de México nos permitió experimentar con el lineup, que es la esencia y misión del festival.
¿Cómo se ve el éxito en un festival de música? ¿Se puede medir? Pareciera que el éxito se refleja en otras maneras además de la venta de boletos.
Lo vemos como un negocio porque lo queremos mantener. Tenemos que ver cuánto gastamos y cuánto dinero ganamos. Así es como se mide generalmente, y para nosotros eso es importante para seguir haciendo el festival-es un proyecto a largo plazo. Obviamente aprendemos algo cada año y todavía no tenemos la fórmula mágica para hacer esto exitoso.
También sabemos que, formando nuestra comunidad, manteniendo a los seguidores felices y teniendo grupos que hablan de sus buenas experiencias es importante. Así sabemos que el festival sirvió de algo, además de que la pasen bien- estamos construyendo la comunidad que queremos crear.
Algunos festivales importantes parecen estar más enfocados en las fotos de Instagram, tener una zona VIP o que vayan más “influencers”. También tienes proyectos como el Fyre Festival que fue super perturbador. NRML no tiene sección VIP-eso fue una decisión intencional?
Esa es una de nuestras cosas claves. Nosotros no tenemos secciones VIP. Queremos que todos se sientan cómodos. No nos gusta tener barreras porque lo que sucede cuando tienes ese tipo de cosas es que la gente se distrae. Aún con las áreas glamurosas de backstage con barra libre, eso solo distrae a la gente de lo que sucede en el escenario. Hacemos este festival porque queremos que la gente disfrute la música. Cuando agregas todos estos distractores la gente no le presta atención a la música. Y es como, “Sí, me la pasé increíble, conocí a toda esta gente, pero no escuche a nadie”. Queremos que la gente esté presente y disfrute la música que se está tocando y que se enfoquen en eso. También motivamos a los artistas que lleguen temprano para que vean a las otras bandas. Es una decisión que tomamos y vamos a mantener.
¿Cuáles son algunas de las distracciones que mencionas?
Puedes hacer muchas actividades. Por ejemplo, puedes hacerte un tatuaje gratis, o hay espacio para fotos, o puedes tomar todo lo que quieras. No es que esas cosas estén mal- entiendo que hay festivales que son más grandes y necesitan esas cosas, y no estoy en contra de eso. Pero para nuestro festival, estamos muy seguros de que no queremos hacer eso.
Como directora del festival, trabajas con mucha gente en diferentes niveles y tienes que lidiar con muchas personalidades y egos, todas pidiendo atención al mismo tiempo. Debe ser tentador caer en ese llamado de solo juntarse con músicos o gente de la industria. ¿Cómo manejas eso? ¿Cómo puedes ser asertiva?
Cuando estaba empezando quería mostrarme a mí y a los demás que era buena. Me daba miedo decir que no, y creo que eso es algo muy mexicano: siempre decía que sí a todo y, cuando no debía haberlo hecho, resultaba decepcionada y las cosas resultaban muy mal.
En cosas como organizar un festival, le dices que sí a todos, prometes muchas cosas a los fans y a los grupos. Los artistas y los promotores piden muchas cosas para sus traslados o en sus contratos y yo decía: “Sí, sí, sí”. Y luego venían y me preguntaban, “¿Dónde está todo lo que pedí?” y ahí es cuando cambia la actitud y es cuando la gente se molesta y las cosas empeoran.
Trato de ser muy honesta y directa en todo. Porque si no lo eres, surgen problemas. A veces cuando le dices que no a algo o no puedes comprometerte, sientes que fracasaste. Pero no es así. Tienes que saber cuáles son tus capacidades y que estas dispuesta a hacer. Es sólo aceptar que esa es tu realidad, eso es lo que puedes hacer, y tan sólo hacer eso tiene valor.
Para mí, fue importante dejar de pensar que decir no era fracasar. Ahora sé lo que significa decir no. En realidad es valorar la importancia de lo que hemos creado. Cuando estas dentro de una organización, es muy fácil estar tan inmersa en lo que haces que olvidas la importancia de lo que has hecho y que estas creando algo.
He aprendido a través del proceso a lidiar conmigo misma y ser realista sobre lo posible y lo imposible. Eso es algo que hemos hecho, no sólo dentro de la organización, pero con nuestros proveedores y nuestros fans. Somos directos sobre lo que obtienes en el festival- esto es lo que proveemos y esta es la experiencia. Si te gusta, ven. Si no te gusta, no tienes que venir. Hemos aprendido a no prometer lo que no podemos cumplir. Con los artistas, explicamos la vibra que tiene el festival. Los invitamos a que salgan de sus camerinos y se conozcan unos a otros, que vean a las otras bandas, que tengan la experiencia que tienen los fans. He aprendido que hace toda la diferencia.
Uno de los valores de NRML es la representación de género y diversidad en su lineup. ¿Cómo compones el lineup?
Desde los inicios del festival, la diversidad ha sido muy importante porque siempre hemos querido tener artistas de diferentes países y géneros. Eso siempre ha estado presente. También, estamos conscientes de que lo que programas no solo te impacta a ti mismo y a los grupos que tocan, sino que impacta a todos los que acuden y que confían en ti y pagaron su boleto.
De verdad creo que la cultura es esencial para construir una sociedad. Es como, “Okay, no vamos a cambiar el mundo haciendo un festival de música, pero ¿cómo podemos tener un impacto en la vida de estas personas?”. Es muy fácil decir, “No, no hay proyectos femeninos, no hay diversidad.” Es muy fácil no hacer nada al respecto. Si podemos darle una plataforma a más personas para que se expresen en el escenario, lo vamos a hacer. Para nosotros, no es solo llenar una cuota. Tener un lineup diverso es lo que hace la experiencia del festival algo divertido y muy gratificante.
La industria del entretenimiento puede estar dominada por hombre, y pedir financiamiento, negociar contratos, y trabajar con las autoridades locales con los permisos debe ser muy retador. ¿Qué consejo le darías a las mujeres que quieren empezar su propia plataforma o proyecto, pero se sienten desalentadas después de experimentar un ambiente hostil?
A veces puede ser muy desalentador porque la realidad no es justa. Pero lo que importa es lo que haces y cómo lo haces. Tus acciones hablan por sí mismas. Quiero ser coherente con mi vida. Siempre he dicho predica con el ejemplo. Es muy fácil publicar en internet, “Me importan las mujeres y la diversidad,” pero ¿qué estás haciendo al respecto?
Si tienes una idea, o si tienes un proyecto, tienes que trabajar muy duro. No te desmotives por factores externos porque, al final, tu trabajo va a hablar por sí mismo. Donde pongas tu trabajo, la gente va a sentir una conexión. La gente va a creer en él y te van a apoyar. La gente va a tratar de derribarte y desanimarte. He llorado en juntas con patrocinadores, he llorado con mi jefe, he llorado con mi equipo, pero no me he dado por vencida. Cree en lo que haces y confía en que tu trabajo va a hablar por sí mismo.
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Kidding protagonizada por Jim Carrey y producido por Michel Gondry y After Life de Ricky Gervais. Ambas son inteligente, oscuras, graciosas, profundas e inspiradoras.
Rework de Jason Fried y David Heinemeier Hansson, un libro muy directo que te va a inspirar a mantener tu vida simple y alcanzar más. “Lo que hagas es tu legado.”
“In The No”, un podcast de Kaitlin Prest en Radiolab sobre consentimiento sexual.
TEDx Talk “How Great Leaders Inspire Action” de Simon Sinek.
El libro Principles de Ray Dalio.